Si fuera un verdadero pecado el dormir, sería el más condenado al infierno. Porque si hay algo que me gusta mucho hacer (más de lo que debería) es estar en mi cama y ceder a los brazos de Morfeo, pero no por el mero hecho de descansar mi cuerpo, sino porque dormido, las mejores cosas pueden pasar.
- Con el tiempo, he descubierto que soñar es uno de mis pasatiempos favoritos y verdaderamente disfruto cada momento de ello. El solo hecho de sentir que estoy viviendo una realidad distinta, me es inmensamente gratificante, solo con decir que cuando estoy despierto, estoy soñando constantemente, pero digamos que tengo que forzar los sueños, en cambio dormido mi mente hace el proceso de forma automática. Porque aunque mis deseos más utópicos estén guardados en mi interior, a la hora de soñar, estos se realizan y me permiten experimentar ese sentir que no puedo cuando estoy despierto. Volar; manejar cosas con la mente; ser un vampiro o modelar en París, son esas cosas que me puedo permitir durante mi viaje al mundo onírico.
- Por otra parte, puedo también mencionar el hecho de mi capacidad para desdoblarme. A pesar de que cuando era más chico lo hacia más seguido, ahora de grande he podido tener la libertad de usar este "don" y viajar por muchas partes, de la manera que yo lo desee. Muchas veces puede confundirse con el soñar, pero es una sensación diferente, casi real, que te permite experimentar distintas emociones. Es bastante gratificante.
- Así que para mí, Dormir no es descansar, sino otra parte de mi vida que me llena y me permite vagar en los umbrales de mi mente peculiar, que me lleva a los viajes más extravagantes y las experiencias más anecdoticas que se puedan vivir. Debo decir que soñar es uno de mis hobbies, porque es algo que me encanta hacer en cada momento y más que nada, vivir en un sueño, para así sentir que la vida es más simpatica de lo que uno cree.
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