Fin de año y al parecer, vuelve la maldición. Todos los fin de año, me empieza a gustar alguien en serio y siempre, pero siempre termina haciéndome mal. Claramente, el mayor culpable de este hecho soy yo, pero ¿Tan mal está que confíe en la gente de vez en cuando?. Es difícil asimilar que pueda suceder otra vez lo mismo, ya sería una especie de mala onda cósmica el hacerme conocer personas que me harán sufrir por ABC motivo. Pero veamos los hechos: Me gusta alguien, bueno no me gusta, pero me atrae. Tiene algo que me molesta; me pertuba; me estresa y absorbe, todo al mismo tiempo y me agrada, porque no es convencional (verdaderamente no convencional), de manera que me es inevitable no fijarme en su peculiar forma de reír o cuando finge que mira a otro lado, siendo que me mira a mi, cosas que sentía ... a los 15 (y todos sabemos que pasó en ese momento de mi vida) ¿Es que acaso, ese hecho me perseguirá toda la vida? ¿Estoy condenado a no terminar el año con algo al menos semi estable? ¿Es mi destino simplemente estar solo y amar mi soledad, a pesar que cada cierto tiempo, llegue alguien y me enrede la vida?
- A pesar de todo este sentir, este malestar que me hace pensar que todo es una ilusión y si algo pasará, jamás cumpliría mis expectativas, este vaivén de emociones; de mariposas revoloteando en el estomago; del corazón acelerándose y sentir como mi cara pasa de blanca a roja, es de lo más fascinante que hay y claramente, es un sentimiento agradable. Entonces, este es el punto en el que vuelvo a decidir: ¿Amor platónico, un haz de luz o dejarme llevar?
Me di la paja de leer esto, y no sospeché que fuese tuyo, pero me agrada tu forma de pensar.
ReplyDeleteCreo que la ilusión es la mejor emoción, es la puerta, la fachada, aquel sentimiento que le llama, pero si lo tocas puede que te muestre un desenlace muy diferente a las expectativas, ya sea mejor o peor...
Pero la vida no es un modelo de vivencias, ni existe una pauta... mi consejo weón sería que te tiraras de frente a todo, sin miedo.
Creo que esa es la respuesta. Muchas veces esperemos que las cosas pasen, que el otro actué y al final, perdemos tiempo y gastamos sentir en cosas que no valían la pena. Estoy en plan de dejar mis sentimientos fluir, a pesar de que podría terminar sufriendo al respecto. Pero creo que esa es la gracia, el sentir todas las emociones que deberían ser sentidas y simplemente, aferrarse a las buenas cosas que pudieran salir del hecho
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