Y lo hice otra vez. La misma historia, el mismo argumento, distinto personaje. No sé que hago mal, o sea tal vez apresurarme y pensar e idear cosas en mi mente tiene mucho que ver, pero ¿será que soy demasiado bruto para entender algunas cosas?. Ahora mismo siento cosas que me carga sentir, como vergüenza. Pensar algo que en realidad dentro de mi corazón siempre supe que no era, me acongoja y me hace sentir vulnerable, porque tomé una mala decisión siendo que hay un millón de buenas decisiones. Lo arruiné, jugué mis cartas y las perdí en la primera ronda, todo fue un fracaso.
- Ahora la pregunta es ¿Qué voy a hacer?, ¿Cómo voy a enfrentar el momento en qué tenga que encararlo a él?. Creo que junto valentía y un poco de frialdad para el momento, porque siento que no debo explicar algo, porque todo ya se explica. Me sigo recriminando el hecho de haberme confundido y haber pensado weas que jamás fueron, de pensar que todo es coqueteo, de haberme acostumbrado a que toda sonrisa y mirada es coqueteo. Me siento ridículo, tonto, como un niño que no puede recitar bien frente a su colegio; como un adolescente que se emborracha y le vomita toda la casa a su amiga; como un joven que se corta los brazos por amor, así me siento, débil y vulnerable.
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