- Era el verano 2010/2011 y muchas cosas estaban pasando en mi vida. En ese tiempo, mi abuela estaba en Suiza, así que mi hermana, mi cuñado y sus dos hijas, vinieron a vivir arriba. El hecho de que sean casas separadas y grandes, no impedía que tuviera que lidiar con la presencia de mi hermana, que cada día era más irritante. Ya iba un poco más de un mes que había terminado con mi ex y muchas situaciones todavía me atormentaba por el hecho. Dos o tres días previos a mi cumpleaños, el soportar a mi hermana era cada vez más imposible, casi intolerable, pero en realidad prefería guardarme todo. Recuerdo que un día peleamos por algo y había esa tensión acumulada, que jamás pensé que estallaría de la forma que lo hizo. Por supuesto, ella le contaba todo lo que hacia a mi mamá, de manera que mi mamá también estaba 'chata' de mi, a pesar que sinceramente yo no hacia nada para incentivar la cizaña de mi hermana. El 12 de febrero, todos en mi casa estaban enojados conmigo. A mi no me importaba mucho, pero yo quería salir esa noche y necesitaba dinero, y la posibilidad que me dieran permiso y dinero para hacerlo eran casi nulas, pero de ninguna forma iba a pasar mi cumpleaños número 18 encerrado en mi pieza viendo tele, así que puse la tele con temporizador y tranqué una silla, de manera que pasará lo más piola posible el hecho de que me había escapado por la ventana. Esa tarde, mi papá me había mandado 10 lucas (él trabajaba en el norte en ese tiempo), así con eso al menos tenía asegurado el salir. Ese día iban a celebrar la llegada de la prima de mis mejores amigas, así que ellas me habían dicho que fuera y celebráramos mi cumpleaños allá. Compramos un tequila y me regalé unos lucky light, para poder pasar la ansiedad del momento. En menos de una hora, me tomé al menos 13 shots de tequila puro, así que me curé hasta el punto que hice una presentación de Baby one more time en el living de mis amigas. Llegado ese momento, no recuerdo más. A la mañana, me encontré en el sillón de mis amigas, en posición 'momia', con una bolsa del Jumbo al lado y mi cabeza dando miles de vueltas. Eran las 8 de la mañana, me paré (como pude) y caminé para tomar el colectivo, tambaleando como un vil borracho. Llegué a mi casa y me di cuenta que nadie se había fijado que no estaba, hasta que de la nada, sale mi mamá con mi sobrina en brazos y lo único que me dice fue: "Te sacaste la lotería, csm". En mi estado de curao' aún, me pasé por la misma ventana de mi pieza, saqué la silla y me acosté a dormir.
- Una vez que desperté, sentía calor por mil y unas ganas de vomitar increíbles, así que cada 2 min. me tenía que encaramar por la ventana y esperar a vomitar tequila, porque era lo único que tenía en el estomago. Recuerdo que ese día mi abuelo materno fue a la casa a almorzar y es muy raro que él venga, porque es de Santiago, pero vino al fin y al cabo. Fui al baño y vomité en la ducha, a lo que mi mamá grita: "Deja todo limpio". Volví a mi pieza, hasta que me avisaron que el almuerzo estaba listo. Eran porotos granados, y olían tan tan bien, pero algo me decía que no los iba a disfrutar. Me sentaron entre mi hermana y mi mamá, de manera que la incomodidad tocaba el cielo. Empecé a cucharear el almuerzo, para cuando mi mamá y mi hermana decían cosas como: "Y se escapó anoche el lindo", "En serio? deberiai castigarlo, si fuera hijo mio, lo castigo", "Está bien creio' que hace lo que quiere". En ese momento, yo empezaba a hervir internamente, y me dije a mi mismo: "Si dice otra cosa más (mi hermana), dejo la cagá". Dicho y hecho, a los segundos ella esboza algo y yo simplemente tiré el plato y dije "ME CAGASTE EL ALMUERZO". Me fui a mi pieza y mi mamá detrás mio, llega donde estaba y me dice: "No quiero que me hables, escuchaste?", a lo que yo respondo: "Y QUIEN TE VA A QUERER HABLAR?", se emputece y me cachetea. En ese minuto, grito: "Me voy de esta cagá de casa", a lo que me dice que si quiero irme, me voy con lo puesto. Hice mis bolsos, preparado para irme, a lo que mi mamá me detiene en la puerta y me dice que no me llevaré nada. La trato de empujar y llama a mi hermano mayor para que me detenga. De repente, sale mi hermana y dice algo y le respondo: "SAL DE AQUI O TE SACO LA CHUCHA", ahí fue cuando mi hermano me lleva a rastras a la casa y empezó lo que yo llamo "Explosión emocional". Empecé a recriminarle lo mala madre y esposa que era mi hermana y lo poco mujer que debería sentirse por ser como era, le dije que era una loca y esquizofrenica, y de a poco crecía mi ira, entré a mi pieza y pateé mi muralla, haciendole un hoyo gigante, tiré todas mis cosas y lloraba a mares, mientras gritaba lo mucho que me asqueaba la presencia de ella y esperaba que se fuera pronto, ahí es cuando me empezó a faltar aire y me empecé a ahogar, no podía respirar con normalidad y sentía que en cualquier momento me iba a dar un paro cardíaco. Mi hermano me sacó los zapatos y me tiró a la cama, donde yo aún seguía tratando de no morir. Mi mamá se hartó y llamó a mi papá para contarle todo. En un descuido de ella y mi hermano que estaban en la pieza, me escapé por mi ventana que estaba abierta y me fui corriendo de la casa, descalzo. Mientras corría con mi cara roja y llorando, la gente me miraba con cara de "a este niño lo violaron". Mi hermano me alcanzó y me preguntó que iba a hacer. Le dije que me iría, que no tenía intención de volver. Me pasó sus alpargatas (él calza 43, yo 39) y me fui a la casa de mi amiga. Ahí le conté todo y me dijo que ayudaría en lo que fuera. Me conecté y conté que me habia ido de mi casa y quién me daba asilo. Una amiga de Santiago se ofreció y me dijo que me fuera a su casa. Tenía justo 5mil pesos, así que con eso compré un pasaje de ida y me sobraron 100 pesos, con los cuales tenía que llamarla cuando llegará a la terminal. En el bus, conocí una señora, que me contó básicamente su vida. Luego de eso, me empezó a hacer preguntas y le conté que ese día era mi cumpleaños y que iba a Santiago sin esperanzas, con solo $100 pesos y el número del celular de mi amiga anotado en mi brazo, porque no andaba con mi celular. Ella se puso a llorar y me dio mil pesos, a lo que me dijo que me cuidara y me dio un abrazo. Así como fue que llegué a la casa de mi amiga, donde le conté todo, mientras veíamos a Lady Gaga bailando Born this way por primera vez en los grammys. Me dio un tazón con helado de chocolate y me dijo que podía dormir en la pieza de su hermana, que básicamente era un palacio en ese momento. Traté de dormir, pero fue imposible conciliar el sueño.
- Al otro día (14 de febrero), Ella se iba a juntar con sus amigos en el centro para celebrar el día de San valentín, así que la acompañé. Me presto una polera que me hacia ver gay, pero no importaba, era linda. Uno de sus amigos me prestó sus zapatillas y así fue como se convirtió en mi amigo también. A todos les llamaba la atención lo que había hecho, pero no fue un gran tema, lo cual agradezco porque lo menos que quería era hablar de ello.
- En la noche, llamé a mi casa y mi mamá dijo que mandaría a buscarme con Carabineros si no volvía, lo cual era bien factible, dado que mi vecino es Paco. Revise mi facebook y me encontré con mensajes de mi hermana, con un tono bastante sugerente: "Qué pasaría si le contará a mi mamá que te acostabai con el Martín acá en la casa?" o cosas como "Andai puro repartiendo el sida por todas partes", claramente haciendo que el asunto fuera inolvidable. Le pedí a mi hermano que me depositará 5mil pesos en una cuenta, lo cual no pudo hacer, así que la mamá de mi amiga me prestó 10mil pesos, los cuales después les devolví. Cuando llegué a mi casa el día 15, solo encontré a mi hermana menor. Abrí el frío y encontré una pequeña rebanada de torta que había quedado (nadie me cantó cumpleaños feliz). Saqué el pedazo de torta, le puse una vela y me canté feliz cumpleaños.
- Como verán, mis cumpleaños no son una fecha linda, pero son bien especiales y claramente memorables. Este año no tengo muchas ilusiones de celebrar ni nada, incluso espero que pase sin pena ni gloria, pero al menos me gustaría no vivir lo del año pasado otra vez y al menos, tener una once decente con mi familia y asumir que mis años de rebeldía van quedando atrás.
